Autogol/ microcuento
Cuando José Luis observó a su vecino Miguel
Ángel estalló en risa como hacía siempre que lo veía. Alto y flaco, despeinado,
con su vestimenta descombinada y su peculiar sonrisa de tonto; la figura de
Miguel Ángel resaltaba a la distancia. Porque José Luis pensaba que su vecino
por veinte años tenía una cara de anormal que nadie se la despintaba. Miguelo tenía
cuarenta años , vivía con su madre, nunca se le había conocido novia, y siempre
se la pasaba con los pantalones mojados; como si se orinara encima. José Luis,
en vez de sentir compasión por el” infeliz” lo que hacía era burlarse del pobre
Miguelo.
Era sábado y por enésima vez José Luis
invitó a Miguel Ángel a ver el “fútbol-soccer” en su casa y Miguel, con su habitual voz de tonto, rechazó
la invitación. José Luis, el puritito macho mejicano, pensaba que el hombre que
no le gustara el fútbol era poco
hombre, un Migaflor, mariposón u otros epítetos peores. Hoy era sábado y José
Luis Gutiérrez Nájera preparaba la cerveza, el tequila, la barbacoa y el
televisor de 52 pulgadas.
Cuando llegó el medio tiempo, José Luis
salió al patio y allí vio a su vecino “mojado” como de costumbre. Pensó lo mismo de
siempre: “ Este Miguelito, o tiene incontingencia urinaria o se puso a ver
alguna película porno y el pervertido no pudo contenerse” dijo riéndose para
sus adentros. Pobre doña Guadalupe…
Al minuto
setenta y cinco con el marcador cinco a cero a favor de su equipo, José Luis se cansó del juego y se dirigió al baño. Allí encontró a su mujer, se le pegó por la espalda
y empezó a besarle la espalda, luego el cuello, le comenzó a acariciar las
montañas, cuando la tocó abajo la encontró húmeda, le bajó la ropa interior y
cuando la tocó sintió una extraña sustancia pegajosa en sus dedos. Levantó la
vista, los fijó en el espejo y en ese momento José Luis Gutiérrez Nájera
comprendió que la imagen del hombre más tonto, más pendejo, más cabr.. del mundo se
reflejaba en el espejo de su baño; entonces escuchó en sus adentros,
taladrándole la cabeza, la sonrisa tonta de su vecino Miguel Ángel Flores
burlándose de él.