El silencio es el idioma que Dios utiliza para comunicarse; escucha atentamente y luego...
Lee, escribe, desarrolla tu vocabulario, expresa por escrito tus ideas y sentimientos. En antaño, se decía que cada ser humano debía: sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro para justificar su paso por este mundo. Aunque no estoy completamente de acuerdo con la expresión anterior, sí pienso que: "Escribir es en cierta medida dejar el testamento ológrafo de nuestra existencia". Escribir sirve para descubrir quién eres, quién fuiste y probable/posible mente quién serás.
Te invito a que escribas...a que descubras la energía espiritual que habita en ti y a compartir esa energía-conocimiento con otros.Escribe, aunque estés triste (muchas obras maestras de literatura se han escritos en momentos dolorosos). Escribe, si te sientes feliz (comparte tu felicidad con alguien menos afortunado que necesita consuelo). Si eres tímido y no te atreves a hablar; escribe. Escribir
puede ser para muchos, la forma ideal de hablar con Dios. Si no crees ni en luz eléctrica, escribe y te percatarás de que el espíritu de las palabras (Dios) te poseerá sin darte cuenta y te hablará mientras escribes. Si estás lleno de maldad, escribe para que la escritura sirva de catarsis de tu dolor y para que tus sentimientos negativos desaparezcan sutilmente al expresarlos. No guardes resentimientos; escríbelos y luego rómpelos o quémalos. Escribe lo que piensas y enfríalo (guárdalo) si después de un tiempo, sigues sintiendo lo mismo, entonces expresa lo que pensaste pero con dignidad y respeto al destinatario.Escribe, para luego determinar lo que puedes y lo que no puedes (debes) decir. Escribe con palabras y con acciones (vida) tu obituario y tu epitafio con la certeza y propiedad que el que te conoce no pueda desmentir lo escribiste.
Escribe, siempre escribe.No hables tanto, deja la música (el ruido) apagada un rato. Escucha tu voz interna y la voz de Dios en el silencio y observa su creación maravillosa en la naturaleza, luego recrea por escrito la manifestación de Dios en tu alma. Escribe, siempre escribe. Sigue la secuencia divina del aprendizaje: escucha, interioriza (reflexiona) y escribe (actúa).
miércoles, 26 de marzo de 2014
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