El otro-Microcuento-Zerepnomar
Julián estaba molesto.Había salido a comprarse ropa y cuando fue a pagar y dio las tarjetas, el empleado no le aceptó la transacción porque el retrato de la identificación no se parecía a él. Pagó en efectivo parte de lo que pensaba comprar y salió furioso al pasillo del centro comercial. Se dirigió al baño, hizo su necesidad biológica , se lavó las manos y cuando miró al espejo; gritó. La imagen en el espejo no era la de él...
Sintió que se desmayaba,y cayó al suelo.En su inconsciencia, recordó las decenas de ocasiones que le pidió a Dios que lo transformara, que lo convirtiera en otro; pero ahora que había ocurrido el cambio (milagro) estaba asustado.Se fue levantando del suelo , se miró en el espejo ; se vio más guapo, caminó por el pasillo y se percato que las mujeres lo miraban con ojos pecaminosos. Se sentó a la mesa y cuando buscó su cartera, encontró más dinero del que él usualmente cargaba.
Ahora, que ya no era él , extrañaba su antiguo físico. !Qué paradoja!
Cerró sus ojos y accedió mentalmente a la computadora celestial. Despues de dos intentos logró comunicación. Le escribió el siguiente "E mail" a Dios Padre y se lo envió tres veces...
-" Señor, ayúdame a encontrarme a mí mismo. My space, Facebook y Twitter me hacen ser quien no quiero ser y decir lo que no quiero decir, pensar lo que no quiero pensar. Estoy gastando el tiempo que no tengo y hasta tengo que usar y recordar varios seudónimos que me confunden y me hacen perder la razón.
No tengo suficiente tiempo de sembrar en la finca , ni atender el Café World. Imagínate, como te voy a encontrarar si no sé ni quién soy, ni en que mundo virtual estoy" .
Rezó de forma tradicional un Padrenuestro y luego hizo una breve y espontánea oración mientras miraba fijamente un ordenador cercano. Su mente quedó en blanco y poco a poco comenzó a reflejarse su antigua imagen en el ordenador. Era su "viejo" (medio feo) rostro el que observaba y
se sintió el hombre más feliz del mundo.En su rostro se dibujó una hermosa sonrisa, se alegró como niño con juguete "viejo".
Julián se sintió renacer ese día, el día que se aceptó a sí mismo con sus virtudes y defectos.Y reconoció que tenía que curar su adicción a la internet. Luego, le fue más fácil aceptar a los demás tal y como eran ; entonces, y sólo entonces sintió que la luz del Espíritu Divino volvió a ungirlo con su brillantez. Sintió nacer otra vez.
El resto de su vida Julian recordará el momento místico en que se encontró consigo mismo, con sus hermanos-amigos y con el Espíritu Divino que lo acompañará per Secula seculorum.
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esta bueno pues eso nos pasa a muchos y no nos damos cuenta.
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