Escrito originalmente en enero 2009.
Pasaron las Navidades,época consumista puertorriqueña por excencia.Poco nos acordamos del Nacimiento del Mesías; sólo quedan las jaquecas, la libras de más, las resacas de tres semanas de desenfreno y claro está, el descuadre económico que cargaremos por los próximos meses. Todo duerme derredor y la gente se prepara para retomar la cotidianidad del estudio y/o trabajo. Los padres más responsables se preparan para el reinicio escolar y muchos que ya han buscado el informe de progreso académico de sus hijos comenzaron a maldecir ya que el valor de los regalos que les compraron a sus hijos no corresponden con las notas que les acaba de dar el maestro. Siempre habrá un porciento de los padres que les echarán las culpas a los desgraciados maestros en vez de entender que sus hijos los han cogido de pend... por enésima vez.
Pero , no importa, el truco está en premiar al que menos se lo merece.Ése en uno de los peores males de nuestra sociedad.Cuando premiamos a alguien sin que lo merezca le estamos dando licencia para que continúe con sus malos hábitos o la conducta , que les hemos permitido exhibir de forma conciente o inconciente.
Nuestra sociedad,nuestra familia, nuestros padres,novias, esposas, nuestros amigos olvidan con facilidad. Vivimos en una sociedad amnésica o alzhéimica en la que no nos acordamos lo que ocurrió la semana pasada porque el "bochinche" que está en boga esta semana es otro. La mujer ya se olvidó que hace una semana su esposo,ex esposo,novio o compañero sentimental le dio una paliza que por poco la mata...
"endito" ,hay que comprenderlo ,es que tiene problemas.Quizá la próxima semana su foto "adornará" la portada del Vocero haciendo la señal ñeta y el cadáver de la mujer para la tumba fría . Eso sí, su nombre se añadirá a la "ancestral-superficial " tradición de escribir con "griffin" blanco en los cristales de los autos de sus familiares y allegados: "Fulana, nunca te olvidaremos" como si el recuerdo se mantuviera vivo con el "Griffin" blanco.
Perdonen la digresión pero, cuando premiamos a alguien sin que se lo merezca, lo estamos malcriando y grabándole en el subconciente que el que lo castigue o lo intente castigar es malo.Desde pequeños le enseñamos: Si te metes al jardín del vecino en tu bicicleta y le rompes dos o tres plantas y él te regaña el vecino es malo por regañarte y hacerte sufrir, angelical criatura. En vez de enseñarle a respetar la propiedad ajena.
Con cien, quinientos, mil, diez mil padres como ésos, nuestra sociedad se jode... porque se estarían creando mil, diezmil engreídos ;seres infalibles que: "siempre tienen la razón y el mundo conspira contra ellos".Seres que:" nunca se equivocan" y que desconocen los significados de los conceptos: respeto,tolerancia, perdón,trabajo y honradez. Seres que se creen superiores a los demás porque tienen un celular más moderno o porque "Tweetean" o tienen lo último en tecnología (El Playstation What?) pero no pueden leer un cuento de cuatro o cinco páginas aunque sea en Internet o escribir una composición sobre un tema cotidiano; no entienden mucho lo que leen porque tienen un vocabulario de cuarto grado en vez de, el vocabulario de cuarto año, hablan con todo el mundo en las redes pero tiemblan y se cag... cuando les toca dar algún informe oral en las clases.(Se "aburren" y parece que se les acaba el mundo cuando se va la energía eléctrica o no tienen algunos de sus mágicos implementos a la mano o peor aún, cuando la escuela impide que los usen.
Y esta conducta no discrimina en cuanto a clase social; al revés, los más malcriados y problemáticos son muchas veces los niñitos-as de clase medio-alta o clase alta. Esos bambalanes podrían convertirse,por sus actitudes, en la nueva cepa de "bullers" en potencia que inundarían (inundan) nuestra sociedad.
Acaso el gobierno no incentiva este comportamiento cuando premia al que no trabaja...mientras le impone impuestos y aumenta el costo de los servicios básicos a los que trabajan ; permiten que los planes médicos nos aumenten los costos y nos reduzcan los servicios todos los años.
En verdad que ... ESTAMOS MALLLLLLLLLLLLLLL...
La segunda parte de esta reflexión la titularé MALA MíA y decidí publicarla independientemente.
Pero una ,en este caso, dos imágenes valen más que mil palabras. Se las dejo ahí.
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